LA VEGUETA DE LOS FUNDADORES
Constituye el conjunto de casas y calles
que se alzan en el entorno de la Plaza de San Antonio Abad, el lugar donde se
levantó el primer campamento o “real” que dio origen al núcleo originario de la
ciudad, el “Real de Las Palmas”, que algunos cronistas también conocieron como
“Real de las Tres Palmas”. Es la Vegueta fundacional, o “Vegueta baja”, por
estar más cerca del nivel del mar. En este paseo, partiendo de la oficina de
información turística de la Plaza de Hurtado de Mendoza, la popular “Plazoleta
de las ranas”, tras cruzar la autopista –muchos le dirán “El barranco”, pues
aquí estuvo hasta la década de los setenta del pasado siglo, el barranco del
Guiniguada con sus puentes “de Piedra” y “de Palo”–, y a través de la calle y
plazoleta de Mesa de León, podremos visitar la Casa del Deán, las calles de La
Pelota y de La Herrería, la Vieja Plaza del Mercado, la calle Mendizábal, la
Plaza y el edificio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, la Plaza
de San Agustín y su iglesia, parroquia matriz de la ciudad, el Centro Atlántico
de Arte Moderno, la Plaza del Pilar Nuevo y la trasera del edificio
catedralicio, la Plaza de los Álamos y el edificio del primer hospital que tuvo
la ciudad y por la calle de Colón visitar la Casa Museo Colón y llegar a la
Plaza de San Antonio Abad donde se fundó la ciudad el 24 de junio de 1478.
LA VEGUETA ALTA
Al
crecer el núcleo fundacional se extendió hacia los terrenos situados en los
lugares más altos, hasta entonces utilizados como plantaciones de caña de
azúcar y otros cultivos, hasta alcanzar la antigua muralla sur en los comienzos
del Barrio de San José, lugar habitacional tan histórico para la ciudad como
los núcleos de los “riscos” de San Juan, San Roque y San Nicolás. En esta
ocasión y tras partir, como en el anterior paseo de la oficina de turismo,
iremos por la calle Juan de Quesada para, subiendo por la del Obispo Juan de
Frías, alcanzar la Plaza de Santa Ana, la Plaza Mayor de la ciudad. Desde aquí
visitaremos la Plaza del espíritu Santo, uno de los rincones más hermosos de
Vegueta, y de allí, por la calle Castillo, legaremos al Hospital de San Martín,
un edificio de finales del siglo XVIII. Bajaremos luego a otro de los lugares
más históricos y señeros del barrio, la Plaza de Santo Domingo, con su pilar de
cantería antigua y su templo parroquial, que formó parte del destruido
monasterio de Santo Domingo. Por la calle del Dr. Verneau llegaremos al Museo
Canario, donde se encuentran los fondos documentales y arqueológicos más
importantes de la historia de Canarias. Luego por las calles del Dr. Chil y del
Reloj nos dirigiremos a la catedral de Canarias, el monumento histórico
arquitectónico más grandioso de todo el Archipiélago. Tras su visita podremos
disfrutar de los numerosos establecimientos que hacen de Vegueta, en esta zona,
un auténtico lugar de ocio y esparcimiento.
LA VEGUETA DE LAS IGLESIAS
El rostro de Vegueta es también, en gran medida, el de sus iglesias y pequeñas ermitas. Además, las mejores vistas se pueden disfrutar desde sus torres campanarios, como el de la Catedral, abierto diariamente a la visita turística gracias a un moderno y cómodo ascensor. En este recorrido, que partiría de la misma Catedral de Canarias, se podrían visitar el Patio de los Naranjos, donde se ubica el Museo de Arte Sacro, las Iglesias de San Agustín, con un curioso torreón coronado por una balconada de madera, la Iglesia de San Francisco de Borja, de estilo barroco jesuítico, los patios del antiguo Seminario Conciliar, la Iglesia de Santo Domingo, la ermita de San Juan, la del Espíritu Santo, y para terminar, en la Plaza de Santa Ana, el Palacio Episcopal.
LA VEGUETA DE LOS BALCONES
Los balcones de madera, de muy diversas medidas pero de factura muy similar, son el mejor símbolo y la mas acertada representación de la arquitectura tradicional de esta antiguo y señorial barrio, tanto que, sin sus balcones, Vegueta sería otra cosa, tanto que una de sus vías siempre fue conocida como la “calle de Los Balcones”. Balcones hermosos y singulares podemos encontrarlos en el edificio del Colegio de Abogados en la Plaza de San Agustín, en la Casa de Colón tanto en la esquina que da a la Plaza de San Antonio Abad, como en las fachadas de la Plazoleta de Los Álamos y de la Plaza del Pilar Nuevo, aquí también se encuentra otra espléndida balconada en una casa que data del siglo XVII. Otros balcones los encontraremos en nuestro paseo por las calles Espíritu Santo y Dr. Chil, para llegar a la calle de San Marcos, donde se ubica una antigua mansión con diversos balcones de muy distinto tamaño.
